sábado, 30 de diciembre de 2017

FELIZ AÑO, FELIZ VIDA.

Porque me hace feliz que me leas, que me contestes, que me sigas la corriente. Porque te jugaste y aprendiste a leerme, no sólo a mis palabras, sino a mí, completa. Porque durante mucho tiempo esperé que sucediera, paciente en ocasiones, otras veces, siendo simplemente yo. Porque mi metejón crece con cada una de tus palabras que leo. Porque me acariciás con tus frases dulces, y me dejás sin aire cada vez que una de ellas me toma por sorpresa. Porque, ni en mis sueños más volados, jamás imaginé que podía sentir que alguien se interesara así por mí. Porque, aunque a veces no me siento merecedora de tu cariño, vos desafiás todas las leyes físicas y me tomás de la mano, a la distancia, justo cuando más lo necesito. Porque ya no le temés a mis sentimientos, porque confiás que no voy a lastimarte, porque me creíste que soy inofensiva. Porque entendiste que, en este juego, nada es más real que lo que sentimos. Porque me tenés paciencia, toda la del mundo, hasta las veces que sentís que te estoy acorralando. Porque te divierten mis posesivos, ésos que te molestaban horrores. Porque me dejás que me crea que fui yo la que te conquisté, cuando sos vos quien, día a día, me moldea a su antojo. Porque tus "siempre" me dejan sin aliento, tus "te quiero" me aceleran el corazón, tus "Besos, nena" me hacen sentir la mujer más afortunada, y leerme tuya me mantiene mojadita todo el día.
Por esto, y por muchas cosas más, gracias infinitas, mi nene.
Feliz día, feliz año, feliz vida, corazón. Los mejores deseos para vos, y mi promesa de estar con vos cada vez que me lo pidas, en cada momento que necesites. Yo ya disfruto de la fichu más difícil del álbum, lo demás, sólo es cuestión de tiempo.
Te quiero infinito, doble punto rojo, mi bombón de chocolate blanco.