Estoy mirando, otra vez, toda la serie "Gilmore Girls". Hoy me perdí en la cuarta temporada, donde Lorelai termina con su novio Jason, y se desespera al ver que, no uno sino dos, gatos la "acechan" en el pórtico de su casa, porque "saben que estoy soltera" (sic). Gran reflexión, que me hizo pensar en todas las ocasiones en que los gatos ocuparon un gran lugar en mi vida. Hace falta abundar en detalles?
Más adelante, en esa misma temporada, amé a Luke y su compra de audiolibros para mejorar su vida amorosa. Cuando, a través de una visualización guiada, descubre, casi mágicamente, quién es esa persona especial; su asombro, como si nunca hubiera ponderado antes la posibilidad. Juro que hasta duele. Vos me entendés.
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