Parece que no sabés un carajo de lo que sos capaz, ah?
Parece que no sabés que das vida, que tenés una bocota hermosa y viva para besar más bocotas hermosas y vivas; que tenés unos brazos increíblemente fuertes para abrazar y que sus articulaciones están perfectamente calculadas para encajar... la del abrazo es la única fuerza que no rompe, que no quiebra, que no mata. Parece que no sabés un carajo eh... sobre todo lo que dice tu mirada, sobre cómo agarrás las manos, sobre cómo erizás la piel. Parece que no sabés que sos capaz de salir de ahí y de cualquier lado, parece que no sabés que tenés el poder de comerte esa puta depresión putrefacta de una bocanada, que podés transformarlo absolutamente todo, que se te metió el amor hasta por las orejas y que por eso el mundo te respira y te banca... te necesita. Parece que no sabés que curás, que enamorás, que te aman, que te extrañan. Parece que no sabés cuánto te querés, cuán bien vas a estar cuando sepas todo lo que no sabés. Que tu vida no vale un corno, que vale un mundo.
Te cuento... porque yo tampoco supe un carajo alguna vez. Yo tampoco sabía y alguien me contó... y entendí a partir de ahí todo lo que soy, todo lo que sos. Mostrando los dientes se torció una sonrisa, en el momento justo en el cual supe lo que valgo, lo que vales, lo que valen. Se me metió una sonrisa en la cara... y me dejó quererme, me dejó mimarme, me dejó sanar para no anclarme.
Parece que no sabés un carajo, eh? por eso hoy te lo quería contar.
Autora: Maru Leone
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